sábado, 4 de mayo de 2013

El ser humano tiende a, erróneamente, creer que todo se tiene que describir en una sola palabra, en un solo gesto, en una sola acción.
De tanto en tanto, debido a éste error, nos sentimos vacíos por creer que una palabra, un gesto, una acción no nos describen.
Después de un rato, nos damos cuenta de que cada ser es un universo, cada cuerpo una construcción y cada mente un semillero.
No hay dos universos iguales
No hay dos construcciones iguales
No hay dos semilleros que siembren mismas flores.
¿De qué preocuparse entonces, si cada persona es una fusión de universos que se siembran con una construcción determinada?
No hay una única descripción para cada universo.
Y por suerte,
No la habrá.

1 comentario:

palabras que fluyen como lluvia dentro de una taza de papel.