Imaginá que la lluvia está hecha de palabras;
enciclopedia completa a base de agua.
lloviznas, diluvios, gotas aisladas.
murmurando ideas que te pasean mareadas.
Imaginá que una palabra
se disuelve en tu boca.
O que la lluvia cala en tu rostro
una sonrisa inesperada.
Imaginá, por un momento: te susurra al oído
ella es la persona que hubieses querido.
Tené en cuenta, sin embargo,
que la lluvia es mensaje
solución que borra ilusiones
y también borra vendajes.
De pronto estás en la periferia,
con amargura en carne viva.
La lluvia se ha vuelto ácida,
como, a veces, lo es la vida.
El diluvio se convierte en griterío,
te zumba, te exprime, te arranca del nido.
Luego cesa.
la lluvia para.
las vocecitas que deseas oír
lentamente, se apagan.
Te encontrás solo, bah,
estás con la luna.
te quedás extrañado
mas se te fueron las dudas.
La lluvia es lo que necesitabas,
pero acordate: no ocurre siempre.
La extraña lluvia, cual amante
se saborea,
se besa,
se escucha,
se siente.
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palabras que fluyen como lluvia dentro de una taza de papel.